martes, 1 de enero de 2013

Amor puro y cuántico


Sentir la naturaleza que somos y nuestra verdadera esencia nos permitirá dejar de preguntarnos muchos por qués de nuestra vida y el interés por un futuro.

La vida es un círculo, una espiral ascendente de evolución, lo que significa que cada vez que completamos un círculo no sólo estamos al final, sino al principio otra vez.

Todo se encuentra en nuestro interior, en nuestra esencia. Todo es ahora. Todo es presente. Nuestra presencia consciente en el día a día nos permite fluir por la vida y todo recobra el sentido perdido u olvidado a lo largo de los años.

El universo constantemente se ríe de nosotros, de la especie pensante, del ser humano que quiere controlar su entorno. Es necesario liberarse, tomar consciencia y entender que mediante nuestros deseos, pensamientos y emociones, somos capaces de crear y comprender al mismo tiempo. Aceptar que todo es como debe ser. En otras palabras, somos artistas expresando nuestras más profundas esencias de vida humana en un misterioso tejido cuántico. La experiencia del libre albedrío nos permite elegir el rumbo que toma nuestra obra. Podemos tanto crear como destruir la creación misma.

Cuando uno llega a un punto donde es capaz de aceptar lo que vivimos y nos olvidamos que somos divinos, todo se manifiesta de una manera nítida y clara, el mundo se vuelve mucho más gratificante y amoroso de lo que ha vivido durante su pasado. El presente toma el protagonismo de tu vida y la paz interior inunda nuestro ser. Todo tiene sentido. Todo está en perfecto orden.

Solo es necesario encontrar el sendero adecuado para llegar a la quietud, silencio, consciencia pura del amor que habita en uno. Sentir el verdadero ser que eres te llevará hacia tu realización. Tu corazón siempre te hablará claro y alto y sabrá guiarte hacia la felicidad eterna.

Aprender a gestionar las emociones básicas y universales nos convierte en personas competentes en nuestros entornos social, académico y laboral, nos proporciona herramientas para afrontar conflictos y situaciones adversas, nos acentúa la empatía y la comprensión por los demás y, en último término, favorece que construyamos un mundo más justo, pacífico, productivo y sostenible.

La trascendencia personal también se alimenta y fortalece de lo que construimos con otra persona y el amor es sin duda la energía mejor aliada de la creación.


El amor en su expresión última es  dar, sentir, ofrendar, recibir, estar en humildad, compartir, y estar en libertad.

La felicidad siempre está en la sala de espera, por lo que sabemos que lo que pensamos que va a suceder mañana, nuestro entusiasmo y deseo por lo que queremos que sea, será nuestro principal fuente de inspiración, pudiéndonos entregar tranquilidad y brindarnos constantemente una gran sonrisa interna. 

De mi parte solo necesitaré pensar en ti para crear en mi una sensación impagable de bienestar, de tener la fuerza necesaria para vivir con gran plenitud y autenticidad. Nada ni nadie podrá permitir que me olvide de quien soy, de quien quiero ser, donde tu persona está siempre conmigo, dentro de mi y aflora en cada uno de mis pensamientos y sentimientos.

La vida es sueño desde que naces hasta que te vas. Es muy difícil no sentirse maravillado por lo que ves y sientes en cada instante. He descubierto que la felicidad es vivir sin miedo y que hay que buscarla en el camino, no en la meta. Hoy se me confirma que la gestión emocional es la llave de la libertad. Es maravilloso sentirse libre, consciente que cuando cada pensamiento y sentimiento nacen desde el corazón, desde el más puro amor, se llega a un estado supremo de bienestar difícil de expresar con palabras. Es gracias a ti que soy capaz de amar con más intensidad, de sentir en mi una fuerza y plenitud inimaginables e infinitas. Gracias a ti soy quien soy ahora y tengo claro quien quiero ser mañana.

El agradecimiento por tenerte a mi lado, por tu presencia en mi persona, de esta forma, entremezclada, enredada, diversificada, donde acabamos siendo una sola materia, una sola energía, me inunda de alegría, me hace sentir el ser humano más afortunado, que con esta divina sensación conoce el significado de la palabra amor. Siempre seremos la perfecta unión, una sola vibración en esta sinfonía cuántica, donde constantemente nos movemos al ritmo del regocizo, la bonanza y la más primorosa prosperidad.

Siempre cuidaré de ti, física, emocional y espiritualmente. Te quiero infinitamente.

domingo, 30 de diciembre de 2012

La Microbiota Intestinal y su relación con la Obesidad


LA IMPORTANCIA DEL EQUILIBRIO DE LA FLORA INTESTINAL EN EL DESARROLLO Y PREVENCIÓN DE LA OBESIDAD

Últimas investigaciones confirman que individuos con obesidad presentan cambios en la composición de su microbiota, siendo la alteración una posible causa de la misma enfermedad.

La evidencia con modelos animales sugiere que las alteraciones en la microbiota intestinal en la obesidad conlleva menor gasto energético y mayor almacenamiento de grasa en el organismo, una alteración en la liberación de enterohormonas, aumenta la permeabilidad intestinal y la endotoxemia metabólica.

El tratamiento adecuado con pre- y probióticos puede revertir los efectos metabólicos relacionados con una microbiota alterada en pacientes con obesidad. La microbiota intestinal se convierte así en una diana terapéutica nutricional para el control y prevención de la obesidad y sus trastornos asociados.

La microbiota intestinal del ser humano se estima que está formada por 1013 a 1014 microorganismos, que en su conjunto forman el microbioma, con al menos 100 veces más genes que el genoma humano (Eckburg et al, 2005; Gill et al, 2006).

La microflora intestinal de un adulto contiene cientos de millones de bacterias diferenciadas en más de 400 cepas. Cada bacteria tiene el tamaño de una célula y forman el 40-50% del peso de las heces.

Cuando nacemos, el intestino es estéril, pero inmediatamente es colonizado por bacterias tanto de origen materno como del ambiente y su complejidad aumenta a medida que se van incorporando alimentos sólidos.
Aún hoy desconocemos el papel de la microbiota intestinal en la salud y sus diversas funciones, como la renovación del epitelio intestinal, la inmunomodulación, la motilidad gastrointestinal y el metabolismo de nutrientes y fármacos. La microbiota intestinal tiene funciones metabólicas importantes como ayudar a eliminar las toxinas y sustancias carcinógenas, sintetizar micronutrientes, fermentar sustancias alimentarias no digeribles, ayudar a absorber determinados electrolitos y minerales traza, y apoyar al crecimiento y diferenciación de enterocitos y colonocitos para la producción de ácidos grasos de cadena corta (SCFA; Macfarlane and Macfarlane, 1997; Zoetendal et al., 2001;Ouwehand et al., 2002; Stappenbeck et al., 2002). Por último, una microbiota intestinal saludables ayuda a prevenir la colonización por bacterias patogénicas como son Escherichia coli, Clostridia, Salmonella, y Shigella species.

La composición de la microbiota intestinal del adulto ha sido bien estudiada, siendo hoy el método metagenómico el considerado el más adecuado (Eckburg et al., 2005; Gill et al., 2006). Este estudio reconoce las diferentes comunidades microbianas a partir del análisis de los diferentes genomas que contiene la muestra (fecal), su secuencia, composición y/o función.

Se ha observado que predomina la clase Bacteroidetes y la clase Firminicutes, con más del 90% de la microbiota total, mientras que Actinobacteria, Proteobacteria y Fusobacteria representan las clases subdominantes con un 5, 8 y 1%, respectivamente (Candela et al., 2010).

Phyla
Representative genera
Bacteria
Firmicutes
Ruminococcus
Clostridium
Peptostreptococcus
Lactobacillus
Enterococcus
Bacteroidetes
Bacteroides
Proteobacteria
Desulfovibrio
Escherichia
Helicobacter
Verrucomicrobia
Actinobacteria
Bifidobacterium
Cyanobacteria
Synergistes
Archaea
Euryarchaeota
Methanobrevibacter
Fuente: DiBaise et al., 2008

También difiere el grupo predominante en los diferentes tramos del intestino, siendo habitual encontrar Streptococcus en el yeyuno, y Bacteroidetes y Firmincutes en el ileum distal, colon ascendente y recto.
La composición de la flora es única para cada individuo debido a diferentes factores como la genética, los hábitos alimentarios, el estado de salud inmunitaria, las infecciones, trastornos gastrointestinales, el uso de antibióticos y otros fármacos, así como la composición de la flora materna durante la gestación y lactancia (Ley et al., 2005).

La relación entre nuestros hábitos alimentarios y la composición de la microbiota intestinal está más que demostrada, así como sus efectos en  las actividades metabólicas de los microorganismos que la componen.
Últimas investigaciones han demostrado que las personas con obesidad tienen una microbiota intestinal diferente en relación con las personas delgadas, y que la microbiota influye en la absorción de nutrientes y regulación energética del organismo. Por lo que se cree que el equilibrio de la microbiota intestinal tiene un papel clave tanto en la prevención como control de la obesidad.

Mecanismo propuesto donde la alteración de la flora del intestino junto a una dieta alta en grasa y baja en fibra dietética altera el equilibrio de la microbiota, promoviendo la endotoxemia metabólica, el aumento del almacenamiento de grasa y disminuyendo la sensibilidad a la hormona insulina (Cani and Delzenne (2009)




En el desequilibrio de la microflora intestinal más extremo, podemos desarrollar graves enfermedades digestivas, el crecimiento y desarrollo de los pólipos, el cáncer de colon y la toxemia corporal en general.
Posibles síntomas de la disbiosis:
-         Meteorismo
-         Hinchazón
-         Gases
-         Heces malolientes y oscuras
-         Estreñimiento
-         Desarrollo de un colon irritable
-         Divertículos
-         Pólipos
-         Enfermedad de Crohn
-         Cáncer de colon

Después de una comida, los alimentos, nutrientes y derivados, se demoran unas 36 horas en llegar desde la boca hasta el ano. Si este tiempo se prolonga más allá, se favorece la formación de bacterias malas.

También el uso de antibióticos y agentes antibacterianos perturba nuestra flora, especialmente se produce un aumento de las cepas específicas de klebsiella, pseudomonas y organismos levaduriformes. Por esa razón es importante, si se utilizan, evaluar bien la dosis, frecuencia y duración de su administración, así como regenerar la flora intestinal durante y después de su uso con productos pre- y próbioticos de calidad. La misma alteración se ha observado debido a tratamientos con quimioterapia y radioterapia.

No es sencillo determinar la eficacia de los probióticos en la salud mediante estudios, pues hay muchas variables como la potencia/concentración de las cepas, así como el tipo específico de bacterias utilizadas. El género Lactobacillus, por ejemplo, está compuesta por más de 90 especies, siendo las más comúnmente utilizadas: L. acidophilus , L. rhamnosus , L. casei , L. bulgaricus , L. plantarum y L. reuteri. La mayoría de los ensayos clínicos presentados hasta la fecha han utilizado mezclas de diversos géneros probióticos, principalmente Lactobacillus spp. en combinación con otros probióticos. Por otro lado, la complejidad aumenta si se tiene que tener en cuenta la biodisponibilidad de las bacterias.

La seguridad del uso de probióticos ha sido demostrada y reconocida por la FDA como productos GRAS (Generally Recognized as Safe). En pocas ocasiones han demostrado tener efectos  adversos graves como  fungemia ( Saccharomyces boulardii ) y sepsis bacteriana ( Riquelme et al, 2003. ; . Land et al, 2005 ).
Aunque los datos clínicos apoyan el uso de prebióticos y los datos experimentales apoyan el uso de probióticos, pocos estudios han investigado el papel de los probióticos en pacientes con diabetes, resistencia a la insulina y la obesidad.

El estudio de Luoto et al. (2010) escogió, al azar, a 159 mujeres que recibieron Lactobacillus rhamnosus GG o placebo de 4 semanas antes del parto esperado, así como también durante los 6 meses después del parto. Las medidas antropométricas de los niños fueron seguidos durante 10 años. La intervención con probióticos perinatal pareció moderar la fase inicial de aumento de peso excesivo (hasta 48 meses), especialmente entre los niños que más tarde tuvieron sobrepeso. 

El estudio de Kadooka et al. (2010), multicéntrico, doble ciego, aleatorizado, controlado con placebo, con un n = 87, con IMC entre 24.2 a 30.7 kg / m 2, y el área abdominal de grasa visceral de 81,2 a 178,5 cm 2, demostró que los parámetros de peso corporal y otras medidas cambiaron significativamente en el grupo activo versus placebo: 4,6% menos de grasa abdominal visceral y 3,3% menos de grasa subcutánea. El grupo activo recibió leche fermentada con Lactobacillus gasseriSBT2055 (activo FM; n = 43) y el grupo placebo leche fermentada sin LG2055 (control FM; n = 44) durante 12 semanas. 

Otras áreas terapéuticas de interés también se están investigando como el uso de probióticos y simbióticos en la disminución de la permeabilidad intestinal y la endotoxemia en pacientes con enfermedad hepàtica, demostrando su papel en la reducción de una endotoxemia metabólica ( Malaguarnera et al., 2010 ). En pacientes con encefalopatía hepática mínima, Liu et al. (2004) también se ha demostrado que el tratamiento con un sinbiótico aumentó significativamente el contenido fecal de especies Lactobacillus no productoras de ureasa a expensas de otras especies bacterianas. Tal modulación de la flora intestinal se asocia con una reducción significativa en los niveles de amoniaco en sangre, la reversión de la encefalopatía y una reducción de la endotoxemia.


GLOSARIO DE APOYO

PROBIOTICOS
Se definen como “alimentos con microorganismos vivos adicionados que permanecen activos en el intestino y ejercen importantes efectos fisiológicos. Ingeridos en cantidades suficientes, tienen efectos muy beneficiosos, como contribuir al equilibrio de la flora bacteriana intestinal del huésped y potenciar el sistema inmunitario” (Schrezenmeir and de Vrese, 2001)

PREBIOTICOS
Se definen como “Ingredientes no digestibles que afectan beneficiosamente al organismo mediante la estimulación del crecimiento y actividad de una o varias cepas de bacterias en el colon, mejorando la salud" (Gibson and Roberfroid, 1995).

SIMBIOTICO
Utilizado cuando el producto contiene tanto prebióticos como probióticos.

MICROFLORA O MICROBIOTA
Universo de diversas bacterias, virus, hongos, levaduras y parásitos que se encuentran en nuestro organismo en su totalidad, siendo la microflora o microbiota intestinal la que engloba las que se encuentran especificamente en nuestro sistema gastrointestinal.

MICROFLORA INTESTINAL EQUILIBRADA
Conjunto de bacterias predominantemente buenas, especialmente vegetarianas, bien comunicadas, que viven en comunidad, con beneficios para nuestra salud como nutrir las células del intestino y tener una buena defensa inmunológica local.

MICROFLORA INTESTINAL DESEQUILIBRADA O DISBIOSIS
Crecimiento de las bacterias malas, carnívoras, desorganizadas, que se atacan unas a otras y también a las células del colon, producen procesos inflamatorios, molestia, irritación. Provocan putrefacción al preferir las proteínas y sus subproductos muy tóxicos y dañinos, así como favorecen las mutaciones celulares del colon. 

domingo, 24 de junio de 2012

El número de alérgicos a los alimentos se ha duplicado en los últimos 10 años

El número de alérgicos a los alimentos se ha duplicado de una manera considerable en los últimos 10 años. En concreto, el incremento más notable se observa en los niños y jóvenes, especialmente en el número de alergias de alto riesgo, y es que la tasa de admisiones de niños en hospitales por estas causas se ha incrementado siete veces en la última década.
En este sentido, en Europa continental las alergias más comunes en niños son las provocadas por el huevo, la leche de vaca y las nueces, mientras que en los adultos se dan más casos de alergia a la fruta, las nueces y las verduras. Por su parte, en el Reino Unido, la mayor amenaza la suponen las nueces, las avellanas y los cacahuetes causando el 50% de las reacciones alérgicas potencialmente mortales.
Asimismo, la alergia al marisco y al bacalao se imponen en los países escandinavos y en el Norte de Europa. En Europa, la alergia alimentaria es el factor principal desencadenante de anafilaxia en niños entre 0 y 14 años.
Aunque, de momento los expertos desconocen los motivos por los que se está produciendo este aumento de alergias alimentarias, la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) quiere concienciar del importante crecimiento de casos de anafilaxia, una reacción alérgica grave y de alto riesgo para la vida, por este motivo ha lanzado su campaña sobre la 'Alergia Alimentaria'.
Asimismo, también pretende educar al público en general para reconocer los síntomas y los desencadenantes y ayudar a la hora de reaccionar en caso de emergencia, por ejemplo, enseñando a cómo usar un lápiz de adrenalina. Además, el primer elemento a tener en cuenta en esta campaña es el lanzamiento de los Estándares Mínimos Internacionales para la Alergia Infantil en la Escuela, que establece los requisitos mínimos necesarios para la seguridad de los niños alérgicos en la escuela.
Se calcula que un tercio de todas las reacciones alérgicas de alto riesgo se dan en lugares donde los niños están expuestos a nuevas comidas y, por tanto, pueden estar en contacto con alimentos desencadenantes.

Intolerancias versus alergias

Por otra parte, la campaña también quiere enseñar a distinguir entre intolerancias alimentarias y alergias alimentarias. En concreto, las intolerancias alimentarias no están relacionadas directamente con el sistema inmunitario y, por lo tanto, no pueden medirse con pruebas para alergias.
La intolerancia a la lactosa es fruto de una hipersensibilidad no alérgica y las reacciones a los aditivos de los alimentos son en su mayoría no alérgicas. En general, los síntomas de hipersensibilidades no alérgicas son más leves y por lo tanto raramente representan una amenaza para la vida de las personas.
La campaña sobre Alergia Alimentaria de la EAACI también quiere involucrar a las autoridades de la Unión Europea para mejorar el etiquetado de los alimentos y facilitar el acceso a los tratamientos de emergencia de la anafilaxis.
Y es que, algunos alimentos llevan la etiqueta 'Puede contener cacahuetes' o 'Puede contener leche', que no están regulados y resultan de la propia iniciativa de los fabricantes de alimentos. Por tanto, el problema está en que los distintos fabricantes pueden utilizar distintos criterios para las etiquetas del tipo 'puede contener'.
Por ello, la etiquetas 'pueden contener' que se utilizan en la actualidad representan distintos niveles de contaminación y, de esta forma, distintos niveles de riesgo.

En la escuela

Por otra parte, el documento sobre Estándares Mínimos Internacionales para la Alergia Infantil en la Escuela tiene como objetivo homogeneizar el mínimo de requisitos para la seguridad de cualquier niño que sufra alergia en todo el mundo.
Será impulsado por los grupos de trabajo de EAACI sobre el Niño Alérgico en la Escuela y el Comité de Organizaciones de Pacientes, en colaboración con la Asociación del Educador (ATEE).
Además, la EAACI trabajará a lo largo del año 2012-3013 para establecer las directrices necesarias sobre Alergia Alimentaria y Anafilaxia, incluyendo el diagnóstico, tratamiento, manejo de la enfermedad a nivel comunitario y la prevención.
Asimismo, engloba a su vez a las distintas partes implicadas como los médicos, inmunólogos, epidemólogos, tecnólogos de alimentos, departamentos de investigación en alimentación industrial, órganos reguladores, representantes relacionados y organizaciones de pacientes entre otros.

Relación entre las células cancerosas y el aminoácido glicina

www.sciencemag.org/content/336/6084/1040.full.pdf

La glicina es el más simple de los 20 aminoácidos que forman parte de nuestras proteínas. Es un aminoácido no esencial, es decir, que aparte del suministrado por los nutrientes, la glicina puede ser sintetizada por nuestras células. Sus papeles metabólicos más conocidos son los de participación en la biosíntesis del colágeno, del grupo hemo de la hemoglobina, de otras porfirinas, y ser un neurotransmisor inhibitorio.

CONTROVERSIAS
Entre los alimentos ricos en glicina se encuentran las carnes, pescados y la yema de huevo, entre los de origen animal, y calabazas, zanahorias, guisantes, patatas, entre los de origen vegetal. La relación entre glicina y salud ha sido históricamente controvertida. Desde la pasada semana, según una investigación proteómica y genómica publicada en SCIENCE, se conoce otro hecho importante: las células cancerosas que se dividen rápidamente consumen altísimas cantidades de glicina, mientras que las que presentan velocidades muy bajas exportan este aminoácido.
En la literatura científica abundan las referencias sobre la importancia de la participación beneficiosa de la glicina en múltiples procesos celulares: formación de colágeno y hemoglobina, desintoxicante hepático, neutralizar toxinas, regeneración hepática de daños provocados por el consumo excesivo de alcohol, recuperación de las células hipóxicas tras infartos, reducción de la excitabilidad nerviosa en algunas esquizofrenias, utilidad en algunas epilepsias, prevención de algunas enfermedades degenerativas, etc. Asimismo, su escasez se ha relacionado con diversas patologías: retrasos de crecimiento en neonatos y niños, debilitamiento de huesos, cartílagos y tendones, provocando problemas relacionados con la debilidad de estas estructuras como serían artrosis, osteoporosis, envejecimiento prematuro de la piel y afecciones bronquiales y auditivas, etc.
Ello favoreció su consumo y tanto en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular o en el Instituto de Metabolismo Celular (IMC), ubicados en La Laguna (Tenerife), dirigidos por el profesor Enrique Meléndez-Hevia, se realizaron numerosas investigaciones corroborando los aspectos positivos de la glicina, comercializando algunos preparados específicos con glicina y otros aminoácidos (Factor 1, Factor 2, etc.), llegándose a asociar en algunos casos su consumo con la mejoría de ciertos tipos de cánceres. En el IMC se llegaron a crear 75 puestos de trabajo y se invirtieron unos dos millones de euros.
La controversia sobre la licitud de tal actividad comercial y de afirmaciones sobre posibles acciones curativas produjo unos largos litigios y la Consejería de Sanidad de Canarias, ante la proliferación del consumo de los productos y lo que consideraban sus posibles peligros colaterales, ordenó el cierre del IMC mediante una orden en julio del 2006. Pero tres años después, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias anuló la orden y el IMC reinició la comercialización en forma de complementos nutricionales.

METABOLISMO DE LAS CÉLULAS CANCEROSAS
Hace ya casi un siglo que el gran bioquímico Otto Warburg descubrió que el metabolismo de las células cancerosas era anaeróbico (consumo de menos oxígeno). Warburg, que merecidamente, recibió los premios Nobel de Medicina de 1931 y de 1945, creía que la deprivación de oxígeno era la causa primaria del cáncer.
Hoy, entre otros muchos aspectos, los investigadores saben que el metabolismo de las células cancerosas es muy diferente del de las células normales. De ahí el interés en conocerlo ya que nos proporcionaría claves muy valiosas para luchar contra el cáncer, al posibilitar atacar selectivamente a las células cancerosas respecto a las normales. Pero hacen falta aproximaciones más innovadoras que nos proporcionen un mejor conocimiento del tema, como la realizada en el Broad Institute, instituto fundado en el 2004 por los filántropos Eli y Edythe L. Broad, quienes aportaron seiscientos millones de dólares con la finalidad de estimular a científicos creativos para transformar la Medicina. El instituto colabora estrechamente con el Massachussetts Institute of Technology y la red de hospitales asociados de la Universidad de Harvard.
CORE
Allí, el profesor Vamsi Mootha ha dirigido un equipo de investigación que ha desarrollado una nueva técnica denominada CORE (iniciales de la expresión COnsumption and RElease, es decir, Consumo y Liberación), que permite medir el flujo de metabolitos consumidos y/o liberados en un sistema biológico. Clásicamente, cuando los investigadores miden metabolitos es como si tomasen una imagen o fotografía de un momento determinado, en lugar de disponer de una especie de video que aclare el tráfico celular real de metabolitos. En otras palabras, "al igual que la fotografía de una autopista no revela cuán rápida es la circulación de vehículos, las mediciones clásicas no muestran cuáles son los metabolitos que las células consumen o expelen rápidamente".
Los resultados de la aplicación del sistema CORE, publicados la semana pasada en la revista Science si permiten conocer, cada hora, cuáles y cuantos metabolitos se consumen y/o producen en las células. Para conseguirlo aplicaron esta tecnología al estudio de más de 200 metabolitos de su colección NCI-60, constituida por 60 líneas celulares de cáncer que representan a nueve tipos de tumores.
El resultado más destacado del análisis de datos fue que el patrón de consumo de glicina está estrechamente relacionado con la velocidad de división de las células cancerosas. En las células que se dividen con más lentitud se liberan pequeñas cantidades de glicina en el medio de cultivo. Por el contrario, en las células que se dividen rápidamente el consumo de glicina es voraz. Con el fin de validar sus resultados, los científicos observaron qué ocurría en aquellas células cancerígenas a las que se les privaba de glicina, eliminando el aminoácido del medio de cultivo o bloqueando las enzimas implicadas en su metabolismo. El resultado fue similar e interesante: las células con una rápida división redujeron su ritmo de proliferación, mientras que aquéllas que proliferaban despacio no modificaron su patrón de división.
Los investigadores, también analizaron los perfiles de expresión de casi 1.500 enzimas metabólicas, observando que las relacionadas con la biosíntesis de la glicina en las mitocondrias eran las más correlacionadas con el ritmo de división celular. Finalmente, Mootha y su equipo se las ingeniaron para encontrar la forma de comprobar que los efectos observados en el laboratorio también eran apreciables in vivo, recopilando los datos sobre pacientes con cáncer de mama publicados en los últimos 25 años, centrándose en la búsqueda de asociaciones entre la supervivencia y los niveles de enzimas implicados en el metabolismo de la glicina. Descubrieron que, en sintonía con su propia investigación, una mayor expresión de esas enzimas constituía un indicador de peor pronóstico. Los investigadores tienen previsto utilizar el sistema CORE para estudiar otros tipos de células y tejidos, como las células hepáticas y el tejido muscular, o enfermedades como la diabetes. Creen que puede servir, entre otras cosas, para determinar el pronóstico de los pacientes con cáncer y para predecir la respuesta farmacológica y ayudar a la elaboración de nuevos fármacos.