Nuevas investigaciones revelan los efectos neuroprotectores de biomoléculas encontradas naturalmente en alimentos como los berries. En el Simposio Berry Health celebrado en el 2009 se dieron a conocer resultados de estudios interesantes donde el consumo de frambuesas mejoraba significativamente el sistema cognitivo. Por ejemplo, el estudio aún no publicado de Chicago Healthy Aging Project (CHAP) demostró que mujeres que consumen más de una porción de frambuesas por mes tienen un 16.2% menos de riesgo de padecer algún tipo de trastorno cognitivo, pues promueven el aprendizaje, preservan la memoria y las funciones motoras. Otra molécula natural es la astaxantina, efectiva para combatir el estrés oxidativo asociado a la neurodegeneración, gracias a su poder antioxidante, proteger la mitocondria, no ser pro-oxidante y tener la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica (protegiendo las células de todo el organismo).
Un simple gesto como adicionar el condimento conocido como cúrcuma a nuestros platos puede ayudarnos a reforzar nuestra salud cognitiva. Estudios demuestran que los componentes curcuminoides estimulan el sistema inmune y promueven la unión de las placas beta-amiloides (proteinas que promueven la inflamación y oxidación en pacientes con Alzheimer) a los macrófagos.
Los beneficios de los ácidos grasos omega-3 en el cerebro están ya aceptados, pero son las mezclas sinérgicas con otros componentes naturales lo que es digno de destacar. Un estudio publicado en el Nutrition Research demostró que la suplementación de ácidos grasos omega-3 DHA junto a Ácido Alfa-Lipoico (ALA), Acetil L-Carnitina, Glicerofosfocolina y Fosfatidilserina (PS) redujeron en un 57% las especies reactivas de oxígeno (ROS) en ratones sanos y evitaron el aumento de ROS en ratones con algún trastorno neurocognitivo. Se sabe que una dieta rica en DHA es capaz de incidir en la expresión de la proteína precursora amiloide (APP) y disminuir así los niveles de proteína beta-amiloide (hasta en un 40.3% según un estudio de la UCLA realizado con animales).
Ejemplo de menú neurosaludable:
- Ensalada de vegetales de hoja oscura, tomates, pimientos, un huevo duro entero (aceite de oliva virgen primera presión en frío, limón)
- Salmón al horno condimentado con curry y puñadito de frutos secos (nueces)
- Bebida: Te verde
Con una dieta saludable, principalmente libre de grasas saturadas y toxinas, junto a una adecuada hidratación diaria (8 vasos de agua mineral por día), una neurosuplementación personalizada, la práctica regular y controlada de ejercicio físico, la estabilidad emocional e interior (sin estrés) y una actividad neuronal diaria (lectura, trabajo habitual) podremos asegurarnos una buena salud neurocognitiva y prevenir enfermedades neurodegenerativas a futuro.
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