1) FILTRADO DE SANGRE
Un sistema de filtrado óptimo logra eliminar el 99% de las sustancias tóxicas de la sangre (Más de un litro de sangre por minuto se filtra en el hígado) como son bacterias, endotoxinas (residuos tóxicos bacterianos), complejos antígeno-anticuerpo y otras toxinas.
2) FUNCION SECRETORA DE LA BILIS
Más de un litro de bilis por día es secretada por el hígado con el objetivo de transportar las sustancias tóxicas hacia el intestino para que éstas sean absorbidas por la fibra y excretadas naturalmente.
Un aporte insuficiente de fibra y/o un consumo de fibra de mala calidad implicará la reabsorción de toxinas. Importante mencionar que estas toxinas pueden ser aún más tóxicas que antes por la intervención de bacterias intestinales.
3) PROCESO ENZIMATICO
a. Fase I
En esta fase intervienen un grupo de cincuenta a cien enzimas llamadas Citocromo P450.
La actividad de este grupo de enzimas es único en cada individuo, pues depende de factores genéticos, su exposición toxémica y su estado nutricional.
Aquí las toxinas se neutralizan y transforman en una forma menos tóxica, hidrosoluble, para poder ser excretada por los riñones, o bien se vuelven más reactivas para que sean más fáciles de metabolizar por las enzimas de la fase II.
Por cada toxina metabolizada en esta fase se producen radicales libres, por lo que la presencia en cantidades suficientes del antioxidante Glutatión (un tripéptido azufrado) es imprescindible para evitar el daño hepático.
Algunos nutrientes vitales para el funcionamiento correcto de Citocromo P450 son los minerales Cobre, Magnesio y Zinc, y las vitaminas como la Vitamina C y las Vitaminas del grupo B.
b. Fase II
En esta fase las enzimas hepáticas generan un compuesto protector que se une a la toxina, la neutraliza o favorece su eliminación a través de la orina o de la bilis (conjugación).
7 vías de desintoxicación existen en esta fase:
- Conjugación del Glutatión
Gracias al glutatión el organismo es capaz de convertir las toxinas liposolubles en una forma hidrosoluble. Muchas de las toxinas químicas como los disolventes, los metales pesados o los pesticidas son liposolubles, por lo que es imprescindible la presencia de niveles óptimos de glutatión.
Concentraciones importantes de metionina y cisteína, además de vitamina C, son fundamentales para aumentar y mantener niveles óptimos de glutatión.
- Sulfoconjugación
Toxinas que proceden de las bacterias intestinales y del medio ambiente, así como diversos fármacos y aditivos alimentarios se conjugan con compuestos azufrados para su eliminación.
Importante el consumo de alimentos ricos en azufre como el ajo, la cebolla, el brécol y las coles de bruselas.
Nutrientes fundamentales son la taurina, el glutatión, la metionina y la cisteína.
- Sulfoxidación
La enzima sulfito oxidasa metaboliza moléculas azufradas de fármacos y algunos alimentos, además de eliminar conservantes adicionados en alimentos y fármacos (como los sulfitos).
El molibdeno es un oligoelemento básico para el funcionamiento de la enzima.
- Conjugación de Aminoácidos
Consumir cantidades adecuadas de proteína de calidad asegura el buen funcionamiento de la conjugación de determinados aminoácidos (glicina, taurina, glutamina, arginina y ornitina) con las toxinas para su neutralización.
- Metilación
Consiste en la conjugación de grupos metilo con las toxinas.
La molécula S-adenosilmetionina (S.A.M), sintetizada a partir de la metionina junto a cofactores como la colina, el ácido fólico y la vitamina B12, es el origen principal de los grupos metilo.
- Acetilación
Las sulfamidas (antibiótico) son eliminadas mediante la conjugación de esta toxina con acetil CoA.
Se sabe que necesita tiamina (vitamina B1), ácido pantoténico (vitamina B5) y vitamina C.
- Glucuronidación
En este proceso se eliminan la mayor parte de los fármacos comunes (como la aspirina) o los benzoatos (aditivo alimentario).
La enzima UDP-glucuronil transferasa participa en la conjugación del ácido glucurónico con las toxinas.
Se mejora el proceso consumiendo alimentos ricos en azufre como cítricos y suplementando con metionina.
Sandra Farré Schneider
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